El Impactante Adiós de Freddie Mercury
Freddie Mercury, el legendario líder de Queen, encontró su último suspiro a los 45 años en su mansión londinense. Su genialidad musical había alcanzado su cima, pero también sufría en silencio la implacable persecución de la prensa, obsesionada con su salud. Después de perder peso considerablemente, Mercury buscó la orientación de su representante para revelar su batalla contra el VIH y el Sida al mundo.
Así dio a conocer al mundo su enfermedad
En un emotivo comunicado, el 23 de noviembre de 1991, Mercury anunció su diagnóstico de VIH y la lucha contra el Sida, a tan solo 24 horas de su fallecimiento por una bronconeumonía relacionada con esta enfermedad. Entre las pocas personas en las que confió su secreto se encontraban su pareja, Jim Hutton, su manager, Jim Beach, su asistente personal, Peter “Phoebe” Freestone, y Mary Austin, su exnovia y confidente.
Jim Hutton lo acompañó durante su enfermedad
Jim Hutton, compañero de Mercury durante sus últimos seis años, compartió cómo la estrella se sometió a la prueba de VIH en 1987 después de que dos antiguos amantes murieran a causa del Sida. Mercury, conmocionado, se retiró de su vida nocturna anterior y se sumió en la seriedad de su enfermedad.
No respetaron su vida privada
La traición de Paul Prenter, su exmanager y amante, exacerbó la situación. Al revelar la vida íntima de Mercury por 100 mil dólares, Prenter desató la persecución mediática que culminó en la dolorosa exposición de la enfermedad y orientación sexual de Mercury en los tabloides británicos.
Freddie Mercury fue un artista único en su clase
Mercury, conocido por su talento vocal excepcional y su impactante presencia en el escenario, se enfrentó a la homofobia y estigmatización en un período donde la intolerancia hacia el VIH era despiadada. La traición de Prenter dejó a Mercury profundamente decepcionado, marcando un trágico capítulo en su vida.
Sus últimos meses se consumieron en la grabación del video musical “These Are the Days of Our Lives”, donde su fragilidad se escondió tras capas de maquillaje y una cuidada dirección artística. Retirado de las giras debido a su debilitamiento físico, Mercury encontró consuelo en su círculo cercano y abandonó la medicación, optando por la paz en sus últimos días.
El legado de Freddie Mercury perdura, recordándolo no solo por su excepcional talento musical sino también por la valentía con la que enfrentó la adversidad personal y la implacable mirada pública. La magnitud de su contribución musical y la huella dejada en la lucha contra el estigma del VIH lo convierten en una leyenda eterna.