¡Oh no! Si Andy Warhol viviera, estaría muy enojado. Pues resulta y resalta que la película de Barbie ha provocado uno de los desabastos más grandes y preocupantes en la historia de la humanidad, la escasez de pintura rosa. Líderes mundiales se han reunido para discutir la resolución de esta crisis (Y por líderes me refiero a los 4 becarios más cinéfilos de los 40), y la conclusión es, que no hay conclusión, estamos condenados.
¡Necesito respuestas!
Pues mi querida Greta Gerwig como cualquier artista que se respete, presta mucha atención al detalle, y al igual que Kubrick, ella es una artesana del cine. En un mundo en el que todas las películas que salen están plagadas de CGI que en la mayoría de los casos es un daño horrendo a la vista, pues, Greta es de las pocas artistas que quedan que utilizan efectos especiales prácticos. O sea, que si quiere que Barbieland sea completamente rosa, haremos una ciudad completamente rosa.
La película trata temas como los estándares de belleza dañinos, la muerte y la superficialidad. Es por ello que Greta Gerwig quería que su Barbieland fuera una explosión de color rosado, bastante saturado y exagerado.
Rosco es la empresa que abastece de pintura a muchas producciones cinematográficas. Se dieron cuenta de que estaban frente a una tarea titánica (y más teniendo en cuenta que Rosco aun se recuperaba de los estragos económicos que dejó la pandemia) y todavía para complicar un poco más el asunto, Greta quería un tono especifico de rosa, rosa fluorescente.
Ellos fabricaron todos los sets de la película, se utilizó casi nada de CGI, todo lo que veremos en la pantalla es real. Por ende, Rosco, se quedó si pintura rosa, Barbie dejó a Hollywood, sin pintura rosa.