¡Ten cuidado con quien sales! Estrenan documental del estafador amoroso
Joaquín Santiago
Una empresa de “streaming” ha puesto en tendencia un tráiler de su nuevo documental “El Estafador de Tinder”, una historia cien por ciento verídica. En donde un hombre llamado “Simon Leviev/Shimon Hayut” crea una gran estafa social a mujeres, a través de la aplicación de Tinder, quien ocupa esta como una herramienta perfecta para estafar a un gran número de mujeres.
Su directora Felicity Morris pone especial hincapié en analizar el tema desde su punto más inquietante. El hecho de que un hombre pudo construir un sistema casi infalible para estafar. Uno que le permitió llevar un tren de vida de lujos por más de veinte años y escapar de la ley.
Algo que llama demasiado la atención de los fanáticos es que esta historia es verídica, como ya se había mencionado antes. El método de estafa que manejaba Simon era tan infalible que activo las luces rojas en más de 5 países, sorprendiendo esa gran maestría para estafar de una manera tan sutil y elegante. Además que el hombre creo una técnica de estafa de las más perfectas que difícilmente son fáciles de percibir y ser detectadas en varias ocasiones.
Pero Morris hace más hincapié en las víctimas. Y en especial, en que la estafa no es la consecuencia de errores de juicio o errores de las afectadas. El Estafador de Tinder muestra paso a paso la estructura de un desfalco cuidadosamente construido a través de dos décadas. Simon Leviev dedicó un especial esfuerzo en crear un entorno creíble, para desfalcar en varias formas distintas. De hecho, el criminal nacido como Shimon Hayut cambió su nombre para beneficiar su red criminal. Antes de los veinte años, pasó a llamarse Simon Leviev para sugerir un falso parentesco con el magnate de la joyería, Lev Leviev.
Pero incluso, la red de manipulación criminal creada por Hayut va más allá. Desde su juventud, acumuló delitos como robo de cheques, compra ilícita de vehículos y estafa a un compañero de clase. Debido a todo lo anterior, en el 2011 fue acusado de robo, falsificación y fraude en su natal Israel. Pero antes de que comenzara el juicio, logró huir a Finlandia. A partir de ahí, comenzó a usar formalmente el nombre de Simon Leviev y a utilizar apps de citas como Tinder para sus desfalcos.
La directora del documental muestra no solo el punto de vista de las víctimas. También de periodistas y policías, hasta demostrar la complicada red de interconexiones de información y recursos a su disposición. Para cuando finalmente las víctimas pudieron comprender qué ocurría, Leviev había creado un mecanismo de diseño criminal puntual. Uno que incluía desde el control emocional, la explotación monetaria, hasta la imposibilidad que la ley pudiera rastrearle. El documental transcurre entonces en tres voces y muestra el amplio espacio que recorrió el estafador hasta crear un sistema infalible. Una de las reflexiones más dolorosas del documental.